Mi obra parte del reordenamiento de fragmentos de mi percepción acerca de la realidad y de la transcripción de una especie de codificación híper fantástica, generando escenarios de una saturación maximalista y personajes siempre fuera de contexto en apariencia inexistentes o absurdos, cuestión que siempre obliga al espectador en un momento determinado a una lectura, partiendo por cada uno de los elementos simbólicos que se presentan en la obra y estructurar una suerte de cuento de hadas roto en el que no hay un principio ni un final solo la imagen, el vestigio de una posible catástrofe contenida por elementos hasta humorísticos que rescatan la pieza del drama absoluto.